No me admire, señor. Soy de mentira.

 

 

 

 

Agazapada estoy. Gata introversa
con una selva íntima de argucias,
atenta a los susurros del entorno
y al rumor, más cercano si distante,
de su voz despiezándome despacio.

No me admire, señor. Soy de mentira.

Una muñeca plástica al servicio
de su imaginación descontrolada.

Míreme quieta,
imperturbable y sorda a los insultos,
indiferente ante la envidia
y lista a disfrazarme de guerrera
cada vez que haga falta dar la cara
por esa libertad que usted disfruta
para poder mirar a mi través

-Oh transparencia virtual-

sin miedo a que me rompa.

Míreme,

 inquietante holograma
adicta a los sincericidios
o desquiciado taumatropo, útil
para perder el tiempo de la vida
pulseando metáforas letales.

Sólo suya
con el clic sensorial de un ratón ciego.

Soy divertida ¿verdad?

Cualquier día me inventan perfecta compañía
del onanista apático

"La Oscura en mórbida silicona
con DVD amargo incorporado.
Disfrute el melancólico beleño

de una boca vitriólica made in Spain
que le pondrá emoción a su rutina"

(Por la compra de 2 unidades
regalo de 20 paquetes de kleenex)

Perdóneme el sarcasmo, caballero,
y la tristeza inútil,
pero hay días,
para acabar de un gótico disparo
entre el alma desnuda y la poesía.