La flor insomne.

 
 
 
Yo no busqué volar con estas alas tísicas
ni salvar las distancias entre el quiero y el puedo.
Yo decía jamás si intuía la entrega,
tapándome el escote de mis ojos de estreno,
era una mano arisca que no se sorprendía
de no ansiar la caricia ni el golpe del recuerdo.
Estaba ensimismada deliberadamente
sabiendo que no habría penúltimo regreso.

Si me besó la lluvia en un perdido otoño,
lo olvidé como olvido que un día tuve miedo
de no poder amar tanto como me amaron
los hombres que no amé con suficiente empeño.

Yo no buscaba nada. Estaba aquí, tranquila,
feroz si hacía falta defender algún sueño
que no era el mío nunca, porque yo no soñaba,
era una flor insomne viendo pasar el tiempo.

Tampoco te busqué, pero llegaste
a horcajadas del viento,
como llegan los hombres malheridos,
oscuro y violento.

Ahora, ya lo ves, sería inútil
decir que no te siento.


Comentarios

  1. "de no poder amar tanto como me amaron
    los hombres que no amé con suficiente empeño"

    A veces me parece que las cosas llegan solas, se van solas y... llegan solas, Morg. La vida me está enseñando extraños caminos, atrevidas bifurcaciones y sosegados cruces de caminos... creo que ahora me pararé a leer esta telaraña que escribes, con la que cualquiera se puede desnudar.
    Tengo ganas de escribir hoy, pero aún no sé qué, cuando me vaya a la camita me llevo un boli, por si acaso. No hay nada como dinamitar un propio comentario. Jajaja.
    ¡Un abrazo, Morg!, ahora leo más de lo tuyo.

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  2. Las disyuntivas no se acaban nunca, Jorge, las sorpresas tampoco.
    Lo peor llega cuando se pierde la capacidad de asombro.
    Que no te ocurra nunca es lo que te deseo porque eso, te hará seguir escribiendo.

    Y yo que lo vea...

    Más abrazos, Dark.

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  3. Una vez temí quedarme sin ideas, hace unos ocho o siete años, temí no ser capaz de sorprenderme en algún momento de mi vida en lo que entonces se me aparecía futuro. Entreno a mi mente para ser feliz, y mientras tanto, no dejo de sorprenderme, porque todo cambia. Aferrarme a un tablón de agua en medio del océano, enquistarme en el presente que se desliza hacia un pasado que no existe, enarbolar una creencia sobre lo que puedo negar, eso no es para mí. Y avanzar es lo que me gusta, avanzar y avanzar y aprender y aprender y pensar cosas extrañas y dibujar ideas, y para eso necesito aceptar lo que recibo y lo que doy, y configurar lo que voy a recibir y a dar. No tengo miedo de dejar de asombrarme porque va pasando el tiempo y yo mismo no dejo de asombrarme, así que el mundo no deja de asombrarme. Lo seguirás viendo
    Y yo seguiré flipando con tu forma de moldear el mundo (no temo que te agotes), y aquí podemos tener una extrapolación al infinito de un alfarero de palabras que pinta una realidad tan dinámica que es infinita.
    ¡Un abrazo! ^_^

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Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad de idiomática de los países hispanoparlantes. Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.

¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.