Te dormirás después de que la carne
agote en tí su vuelo fugitivo
de pájaro febril que estando vivo
muere en el hueso presa de su escarne.
Tras el último orgasmo de la mente,
sobre el regazo tibio de la aurora,
rehén de tu cansancio y en la hora
en que el instinto sangra por la frente.
Y te abrirás a mí como una guerra,
dando batalla a Dios sobre la tierra
inconquistable de mi desgobierno.
Por el breve milagro del arcano
de mi boca en tu boca de verano,
despertarás sonámbulo de invierno.
agote en tí su vuelo fugitivo
de pájaro febril que estando vivo
muere en el hueso presa de su escarne.
Tras el último orgasmo de la mente,
sobre el regazo tibio de la aurora,
rehén de tu cansancio y en la hora
en que el instinto sangra por la frente.
Y te abrirás a mí como una guerra,
dando batalla a Dios sobre la tierra
inconquistable de mi desgobierno.
Por el breve milagro del arcano
de mi boca en tu boca de verano,
despertarás sonámbulo de invierno.
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